Desde el pescado azul a los tomates, el brócoli o los cereales integrales. Éstos son algunos ingredientes que nunca deberían faltar en nuestra cocina, porque son beneficiosos para el organismo.
Los partidarios de este tipo de alimentos los llaman "nutracéuticos" o "alimentos funcionales", y últimamente se habla mucho de ellos. Son los alimentos que tienen propiedades beneficiosas para el organismo, los ingredientes que llevan salud a la mesa. Te ofrecemos una lista de "alimentos amigos", confeccionada por especialistas. Se trata de una serie de alimentos que nunca deberían faltar en nuestra mesa.
Desde el pescado azul a los tomates, el brócoli o los cereales integrales. Éstos son algunos ingredientes que nunca deberían faltar en nuestra cocina, porque son beneficiosos para el organismo.
Tomate, una verdadera farmacia
Es una fuente importante de licopeno, un potente antioxidante, que limpia las células y las protege del envejecimiento. Esta sustancia tiene dos características: da lo mejor de sí misma cuando el tomate está maduro y cocido y sus moléculas se disuelven en la grasa. En otras palabras, es liposoluble. Esto significa, por ejemplo, que la salsa de tomate, enriquecida con dos cucharadas de aceite de oliva virgen, es un concentrado de salud.
Agua, imprescindible para el organismo
El agua merece un puesto privilegiado dentro de los nutracéuticos. Es muy valiosa por su contenido en sales minerales, actúa de disolvente para muchas sustancias que circulan en el interior de nuestro organismo, ayuda a eliminar los residuos y sirve de termorregulador. El equilibrio hídrico es muy importante y se debe mantener bebiendo mucho y consumiendo mucha fruta y verdura.
Avena y otros cereales, siempre integrales
La avena y toda la familia de los cereales ocupan un puesto de honor en el podio de los nutracéuticos. La avena integral tiene un importante efecto contra el llamado “colesterol malo” y, por ejemplo, es perfecta para el desayuno. En general, todos los cereales integrales son ricos en vitamina B y otros fitocompuestos importantes. De hecho, los cereales que no están sometidos a un proceso de refinamiento mantienen el germen, rico en sustancias fundamentales como los ácidos grasos, beneficiosos para la salud cardiovascular. Este tipo de cereales también es muy rico en fibra.
Arándanos y frutos rojos para la circulación
Los arándanos, las frambuesas y, en general, todos los frutos de pigmentos azules y rojos, como las ciruelas, las uvas negras y las naranjas rojas, son ricos en antocianinas, que son buenas para prevenir los trastornos cardiovasculares. Precisamente por sus propiedades cardiovasculares, los arándanos y otros frutos similares son magníficos aliados para mejorar la funcionalidad vascular y la circulación. La grosella roja contiene incluso más vitamina C que las naranjas.
Kiwi y rúcula, minas de ácido fólico
Todas las frutas son importantes porque, además de vitaminas, contienen fibra. En particular, hay frutas como el kiwi que contienen inulina, una fibra especial. Otra virtud del kiwi es su riqueza en ácido fólico, aunque la rúcula es todavía más rica, alcanza los 97 mg de ácido fólico por cada 100 gramos.
Brócoli y familia, mejor crudos o al vapor
El brócoli y sus parientes (col, coliflor, berza y col de Bruselas) se encuentran entre los alimentos favoritos de los nutricionistas. Por su contenido en fibra, folatos y glucosinatos, resultan beneficiosos en diferentes aspectos. El brócoli y la col tienen un alto contenido en vitamina C, pero se degrada con la cocción. Por esta razón, deberían consumirse crudos: cortados en láminas y degustados en forma de crudités, condimentados con aceite de oliva virgen, son alimentos excelentes. Asimismo, se pueden cocer al vapor.
El pescado, amigo del corazón
Es un alimento funcional de altísimo nivel, que destaca por su alto contenido en ácidos grasos esenciales Omega 3 y Omega 6, importantes para la protección cardiovascular.
Las legumbres, aliadas de los músculos y del intestino
Otros pequeños grandes aliados de la salud son las legumbres, ya que contienen muchísimas proteínas de origen vegetal. Las alubias, en particular, son muy ricas en proteínas (más del 20% en las alubias secas), fundamentales para la construcción de los tejidos musculares. Además, contienen mucha fibra, valiosa para regular la función intestinal. Si se consumen con regularidad, al igual que las alubias de la soja, ayudan a controlar el colesterol “malo”.
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