Almendras, una fuente natural de energía con propiedades saludables.
Multitud de estudios científicos avalan los efectos beneficiosos en la salud de los frutos secos, uno de los alimentos estrella de la dieta mediterránea. Son una fuente natural de energía que cada vez cobra más protagonismo en el régimen alimentario de quienes realizan un intenso esfuerzo físico o intelectual y precisan un rendimiento elevado en sus actividades cotidianas.
Entre los frutos secos más consumidos en el mundo y de los que más valor tienen en el mercado, figuran las almendras. Además de servir como aperitivo, crudas, tostadas, fritas, garrapiñadas o cubiertas de delicioso chocolate. También resultan un vicio confesable enteras, fileteadas o molidas en guisos a base de cereales, ensaladas y salsas para bañar el pescado y el pollo.
¿Qué tienen las almendras para gustarnos tanto?
Como todo buen fruto seco, la almendra aporta gran cantidad de nutrientes que se encuentran muy concentrados por la baja presencia de agua en su composición: proteínas, carbohidratos, en su mayoría complejos, vitaminas, minerales y grasas saludables. También destaca por su riqueza en fibra dietética, la cual le otorga un mayor efecto laxante.
Este tesoro otoñal es, sobre todo, fuente de proteínas de alta calidad o completas, puesto que posee la mayoría de aminoácidos esenciales. Hablaríamos de un porcentaje proteico del 20% tomando como referencia 100 gramos de almendras crudas. Además, la almendra es de los pocos alimentos con proteínas vegetales que incluye arginina, un aminoácido que interviene en el crecimiento.
El consumo de almendras aporta minerales tales como hierro, necesario para generar glóbulos rojos, zinc, magnesio y fósforo, imprescindibles para el funcionamiento óptimo del sistema nervioso, potasio y calcio. De hecho, la almendra es una de la principales y más destacadas fuentes de calcio de origen vegetal, junto a las semillas de sésamo.
Aunque ofrece cantidades significativas de vitaminas del grupo B, ácido fólico incluido, sobresale especialmente por su contenido en vitamina E. La vitamina E o tocoferol convierte a la almendra en un poderoso aliado antioxidante, dado que su función es proteger nuestras células del paso del tiempo y prolongar la juventud.
Sin embargo, si por algo han ganado fama las almendras, al igual que el resto de frutos secos, es por su elevado aporte graso. Son ricas en grasas saludables (mono y poliinsaturadas) que ayudan a controlar los niveles de colesterol en sangre y los triglicéridos, por lo que se dicen que protegen la salud cardiovascular. Son grasas muy parecidas al aceite de oliva, el oro líquido que acompaña nuestros platos previniendo múltiples enfermedades. Cabe destacar también la presencia de omega 6, ácido graso esencial que el cuerpo no sintetiza y es necesario obtener de la dieta.
¿Cuántas calorías tienen las almendras?
Por su riqueza en fibra, el consumo moderado de almendras favorece los movimientos intestinales y el control del peso corporal, al conferir sensación de saciedad. A pesar de todos los principios nutritivos que poseen, no es aconsejable excederse en la ingesta de almendras dado su valor calórico: 100 gramos de almendras suman más de 600 calorías a la dieta.
La dosis recomendada de almendras para un individuo sano es de unas 20 unidades (alrededor de 25 gramos). La mejor opción a nivel nutricional es consumir almendras crudas, en lugar de fritas y saladas.
Para evitar que las almendras se humedezcan y se mantengan en un estado óptimo, debes procurar conservarlas en un lugar seco y fresco dentro de un recipiente de vidrio bien cerrado.
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