El colesterol de lipoproteínas de baja densidad o LDL, más conocido como el colesterol “malo”, puede causar graves problemas de salud si no se mantiene a raya. Aunque sea necesario para que nuestro cuerpo funcione adecuadamente, la abultada presencia de esta sustancia en la sangre puede taponar las arterias y aumentar el riesgo de ataque cardíaco o accidente cerebrovascular.
El nivel de colesterol LDL es el que los médicos vigilan con lupa y requerirá tratamiento en el caso de estar demasiado alto. Se considera un nivel saludable de colesterol LDL el que encaja o está más cercano al rango óptimo, establecido por la American Heart Association en menos de 100 mg/dL, inferior a 70 mg/dL en personas con antecedentes de cardiopatías o en muy alto riesgo.
Alimentos para bajar el colesterol LDL
Tomando medidas para reducir o mantener el colesterol dentro de valores normales, disminuirán las probabilidades de sufrir un infarto de miocardio. Es cierto que hay una batería de medicamentos para bajar el nivel de LDL, pero, en ocasiones, simplemente con modificar la dieta se consigue disminuir el nivel de colesterol “malo” y también aumentar los niveles de colesterol HDL, el “bueno”.
Parece que existe unanimidad en que cuanto más procesado está un alimento, mayor es la cantidad de colesterol malo que contiene. Incrementar el consumo de fibra es una de las claves para bajar los niveles del LDL, por lo que debemos introducir en la dieta alimentos como cereales integrales, frutas con piel, frutos secos, semillas, verduras y legumbres.
Si el colesterol anda un poco disparado, hay que abandonar el consumo de grasas saturadas y trans y comenzar una rutina de ejercicio aeróbico que contribuya a bajar los niveles de LDL y que ayude a mantener el peso ideal.
No todos los aceites son malos para la salud. Las grasas insaturadas del aceite de oliva y el girasol, entre otros aceites vegetales, contienen HDL y combaten el colesterol malo. En base a ensayos clínicos, la linaza o las semillas de lino podrían ser tan eficaces para reducir los niveles de colesterol como algunos fármacos de gran alcance.
Comer pescados ricos en ácidos grasos omega 3, como la trucha, la caballa o el salmón, ayuda a bajar el nivel de colesterol LDL. Otros estudios demuestran que aquellas personas que consumen grandes cantidades de ajo y cebolla presentan niveles de colesterol más bajos que quienes no lo hacen. Asimismo, incorporar una vaso de zumo de tomate o unas cucharadas de salsa de tomate, reduce de manera drástica los niveles de LDL.
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