Depender solo del gimnasio para seguir una rutina de ejercicios cardiovasculares y de resistencia es cuento del pasado. Nunca en la historia del entrenamiento físico ha habido tantas alternativas como hoy para conseguir el cuerpo deseado y el bienestar requerido para vivir mejor.
Las opciones para ejercitarse al aire libre siguen en aumento, y lo mismo ocurre con las ofertas que existen bajo techo. Una de estas últimas es a la vez tan emocionante como lo es retadora: se trata del tan extendido “fitness aéreo”, entrenamiento completo que se lleva a cabo a unos cuantos metros sobre el suelo y colgado en unas telas para conseguir, en el aire, el cuerpo y la serenidad mental que todos queremos.
Ofrece al cuerpo tantos beneficios que puede ser practicado por niños y personas mayores también. No hay músculo del cuerpo que no se trabaje (lo certifico), pero es especialmente beneficioso para los músculos abdominales, que se ejercitan y tonifican sin que te des cuenta.
El éxito de la práctica depende sobre todo de la concentración que se tenga, pues es preciso recordar que gran parte del tiempo se está colgando de las telas, en posturas invertidas y muy lejos del suelo.
Las posiciones invertidas tienen muchas ventajas, entre ellas, la de eliminar por completo la presión en la espina dorsal y el cuello y dejar fuera de peligro las articulaciones. Además, son propicias para oxigenar el organismo de punta a punta. La práctica fortalece todos los músculos, mejora la postura e incrementa la flexibilidad, pues combina casi por igual aspectos netamente deportivos y muchos otros artísticos (la escalada, la gimnasia olímpica, las acrobacias circenses y la danza contemporánea encuentran similitudes en esta práctica).
La parte alta del cuerpo es otra que se ejercita con particular ahínco: manos, muñecas, brazos, hombros y espalda son indispensables para lograr treparse en las telas y hacer las figuras. La resistencia que se obtiene tiene pocos iguales en otras prácticas, sobre todo cuando se toma en cuenta la rapidez con la que se adquiere, pues al cabo de un mes, a razón de una o dos sesiones por semana, ya se logran posturas invertidas de gran complejidad.
La cronología de aprendizajes sobre esta práctica aérea es la siguiente:
- Debe dominarse la técnica para treparse por la tela hasta una altura indicada para comenzar a hacer figuras.
- Es necesario aprender a amarrase la tela en cintura, muslos, pies, tobillos y brazos… fundamental para evitar quedar atrapado en ella.
- Práctica de las posturas invertidas, mientras más rápido se le pierde el miedo a ellas, mejor.
- Aprender figuras más complicadas, que se realizan en solitario o en pareja y a mayores alturas y también se aprenden las distintas formas de caídas.
YOGA Y PILATES EN EL AIRE
A diferencia de las acrobacias en telas, el Yoga y el Pilates aéreo se llevan a cabo en unos columpios o hamacas de tela (generalmente conocidos como Yoga Swing) que se fijan a menor altura del suelo.
Con ellos, las posturas típicas de estas prácticas se hacen con mejor balance y equilibrio, logrando que la concentración de la sesión se fije en la relajación en cada posición más que en el esfuerzo físico por permanecer en ella.
Los principales objetivos de estas variantes suspendidas son fortalecer el cuerpo como un todo, promover la renovación celular gracias a la acción invertida, definir la musculatura, mejorar los procesos digestivos y respiratorios y, finalmente, alcanzar estados de relajación profundos. El mejoramiento de la postura y la ganancia de flexibilidad son otros de los beneficios de estas disciplinas que están causando furor en el mundo entero.
Además, existe un tema fundamental que es común a todas estas prácticas en suspensión que es el desarrollo de la paciencia y el ímpetu necesario para dominar y desafiar el cuerpo y también la tela, que debe verse solo como un instrumento, y no el objetivo de la actividad en sí misma. Tanto para el Yoga como para el Pilates en telas la respiración sigue ocupando un lugar muy importante, pues gracias a ella se conecta el esfuerzo físico con la exigencia mental que caracteriza a estas actividades.
Mas beneficios
Además de las ya mencionadas, todas las prácticas aéreas o de suspensión ofrecen también estas ventajas:
- Mejoran la coordinación, agilidad y expresión corporal.
- Contribuyen al desarrollo de sensaciones de seguridad y confianza.
- Favorecen la creatividad e incentivan el desarrollo de los sentidos.
- Ayudan a eliminar el dolor de espalda.
- Mejoran el aspecto de la piel, nutriéndola, oxigenándola, combatiendo la celulitis y la flacidez.
- Reactivan la circulación y la oxigenación.
- Tienen efecto drenaje.
- Ayudan a combatir miedos y fobias.
- Se prescriben como terapias de rehabilitación (fisioterapia antigravedad).
- Aumentan la conciencia sobre el propio cuerpo y las emociones.
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