Empecemos por el principio, ¿qué es la hernia de disco?, ¿es lo mismo que una protusión? Pues bien, una hernia discal, es la salida del núcleo propio del disco intervertebral al espacio medular rompiendo los tejidos del anillo, en la mayoría de las veces comprime tejido nervioso causando neuralgias y en dependencia del segmento vertebral donde se produzca afectará a una u otra zona, así una hernia cervical producirá trastornos en los miembros superiores y una lumbar los provocará en los miembros inferiores. Las protusiones no son lo mismo, son desplazamientos del núcleo pero sin rotura del tejido, y pueden o no oprimir nervios, por lo que a menudo son asintomáticas.
¿Cómo se produce?
Las hernias pueden producirse por dos mecanismos, degenerativo, que se produce poco a poco por malas posturas mantenidas, gestos repetidos o malas formaciones, produciendo primero una protusión que con el tiempo puede convertirse en hernia. O traumático, con una mal gesto, levantamiento de peso, golpe directo que produce de forma repentina la hernia de disco en el eslabón más débil de la cadena.
¿Puede evitarse?
Simplemente no, si una persona está predispuesta a hernia, probablemente tendrá una o varias a lo largo de su vida, hay gente que no la padece nunca, pero sí que puede tener protusiones aunque no sea consciente de ello. Y entonces, ¿puede retrasarse? Por supuesto, como casi todo dolor directo del aparato locomotor, el ejercicio y la salud postural retrasa la aparición de lesiones degenerativas, las mejora incluso frena los síntomas.
Las hernias no deben frenar las ganas de hacer deporte, ni las ganas de moverse o de llevar la vida que antes se llevaba. Se afronta y simplemente, se supera.
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